El rojo es un color intenso y con mucha personalidad. Evoca pasión, fortaleza y sensualidad. Las mujeres que se tiñen el cabello de este color no pasan desapercibidas en ningún escenario. Se trata de una pigmentación que nadie tiene en estado natural y esa es, sin duda, una de las principales razones de su encanto. Llevarlo con seguridad es un requisito indispensable. Lo difícil es mantenerlo siempre vivo y vibrante. Por eso, dedicamos este artículo a cómo cuidar el cabello rojo.
Como ocurre con el castaño, la gama de rojos es muy amplia y variada. Hay tonos para todo los gustos y tipos de piel. A las personas blancas les van muy bien los cobrizos, los rojos vino y el borgoña. Mientras que en morenas cuánto más se acerque a los tonos fantasía mejor. Rihanna y Karol G son el mejor ejemplo de ello. No obstante, se debe tener en cuenta que mientras más intenso sea el rojo, más químicos demandará para llegar a la coloración.
Si eres amante del cereza y te has tinturado recientemente el cabello de rojo. Toma nota de los tips que te presentaremos a continuación para evitar la oxidación y preservar por más tiempo la vivacidad del color.
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Consejos infalibles para cuidar el cabello rojo
Conseguir un rojo radiante no siempre es una tarea sencilla, pero tampoco imposible. Si en el pasado te has tinturado el cabello de este color de seguro sabrás que en muchos casos dar con el tono perfecto requiere de decoloración. Este proceso es aún más constante cuando se persigue conservar pigmentos como el rojo fantasía. De igual forma, demandará de un mayor uso de químicos cuando la base sea oscura.
A todas esas variables se le suma el hecho de que los tintes permanentes, por lo general, empiezan a desvanecerse al cabo de seis semanas. Esto no quiere decir que el tinte rojo desaparezca por completo en ese periodo, pero sí que notarás cambios significativos en su intensidad mientras más lavadas tenga. De ahí la pertinencia de poner en practica las siguientes consideraciones para preservar la magia del color.
Aplícate un tinte de calidad
La marca, las características y la calidad del tinte que elijas para cambiar la coloración de tu cabello se verán proporcionalmente reflejados en los resultados. Antes de someterte a cualquier decoloración consulta a un especialista en colorimetría para que te oriente respecto a las ventajas y desventajas de los distintos tintes que circulan en el mercado. Esto será clave para dar con el color que deseas y maximizar su duración.
Aunado a ello, nunca está demás que dediques un tiempo prudencial a estudiar los componentes presentes en los químicos que emplearás. No obstante, cuando se trata de pigmentos rojos, por regla general, lo más recomendable es adquirir productos que ofrezcan la máxima cobertura y que contengan la mayor cantidad de nutrientes. De este modo, las partículas permanecerán por más semanas en la fibra capilar.
Intensive Creme Color Palette de Schwarzkopf, Oleo Intense Permanent Oil Color de Syoss y Color Advance Profesional de Llongueras. Al igual que Color Sensation de Garnier y Excellence Intense de L’Oreal, figuran como unas de las marcas más reconocidas para obtener rojos radiantes.
Refuerza la hidratación de manera constante
En melenas tinturadas la hidratación es clave para mitigar el impacto de los decolorantes y otros químicos. También te ayudará a realzar el brillo y la vitalidad del color. Previo a la aplicación de cualquier tinte debes procurar que las hebras de tu cabello se encuentren en el mejor estado. En tal sentido, las mascarillas naturales siempre serán las mejores aliadas para nutrir profundamente la estructura capilar.
Tras someternos a procedimientos de este tipo, es normal que el pelo se convierta en un blanco fácil para el quiebre y el frizz. Por ello, no debes dejar aportarle nutrientes que lo fortalezcan desde la raíz hasta las puntas. El aguacate y la miel, así como el yogur y la zanahoria son ingredientes económicos con los que podrás preparar una crema altamente protectora y revitalizante.
Aplica mascarillas de este estilo al menos 1 vez a la semana y verás cambios sustanciales en la textura, apariencia e intensidad de una cabellera cereza.
Incluso si eres de pelo graso o si eliges un tono de rojo más conservador. Reforzar la humectación con aceites capilares resultará sumamente beneficioso. Aunado a ello, no olvides emplear productos termoprotectores ante planchas y secadores.
Reduce la frecuencia del lavado
Con cada lavado el tinte rojo se degrada un poco más. Esto puedes constatarlo en la ducha o al secar tu melena contra una toalla. Si quieres alargar el tiempo de vida del color, tienes que hacer cambios oportunos en tus rutinas de cuidado. La frecuencia del lavado es uno de los más importantes.
Una melena roja a lo sumo debe enjuagarse solo dos veces por semana. De lo contrario, lo único que lograrás será acelerar la caída del tinte, el cual de por sí se irá desprendiendo cada vez te bañes.
Si eres de cuero cabelludo graso, te recomendamos usar un champú en seco para controlar la producción de sebo. Lo esencial es espaciar la mayor cantidad de días posibles las sesiones de lavado. De esta manera, aparte de evitar daños en los folículos pilosos, estarás maximizando la duración del color.
Adquiere productos para cabello rojo
Al igual que con los rubios. En el mercado existe una gran variedad de líneas y productos exclusivos que garantizan el cuidado y mantenimiento de los tonos rojos. Las fórmulas de las líneas de champús, acondicionadores y ampollas diseñadas para el cabello rojo, por lo general, poseen una alta dosis de activos antioxidantes.
Su adquisición y uso prolongado actuará como matizante para evitar los tonos naranjas, al tiempo que servirá para prevenir la degradación prematura del color.
Evita el agua caliente
El agua caliente abre las cutículas y no hará más que acelerar el desgaste del color, especialmente en tintes rojos. Lavarlo a altas temperaturas barrerá la pigmentación como si se tratase de un simple marcador. Sustituye el agua caliente por el agua fría, que además de aportarle mayores beneficios al cuero cabello, prolongará la permanencia del tinte.
Reduce el uso de planchas y secadores
Pese a su uso extendido. Una realidad innegable es que la exposición sostenida a elementos de calor reseca, deteriora, fractura y daña progresivamente las fibras capilares desde el exterior. Por tanto, se debe evitar a toda costa el uso excesivo de planchas y secadores para reducir el grado de maltrato que le proporcionamos al cabello.
Esta recomendación aplica para todo tipo de melena, pero en especial para quienes deciden teñirse el pelo de rojo. Los efectos de las altas temperaturas no hacen más que comprometer la integridad de las hebras, además de abrir las cutículas.
Si te has acostumbrado a alisar tu melena con estas herramientas. Usa al menos los fines de semana para descansar de ellas y emplea en todo momento protectores térmicos.
Refuerza la nutrición con aceites naturales
La demanda de nutrientes de las melenas rojas es mucho más alta que las de color negro, sobre todo cuando se procura conservar la vivacidad del color. Los aceites de argán, de almendras y de coco, le aportarán brillo y suavidad a las hebras, mientras las nutren de manera intensiva con una dosis sustancial de aminoácidos.
De igual forma, en el mercado hallarás sueros y multivitamínicos especialmente diseñados para las cabelleras tinturadas de rojo. Sevich Hair Vitamin, es uno de esos productos que desearás tener en tu vida para prevenir las puntas abiertas, la resequedad y el quiebre.
Esta fórmula enriquecida con vitaminas A, C, E, vitamina B5 y aceites de aguacate y de macadamia repararán los daños y sellarán las cutículas.
Acondiciónalo en todo momento
Así como las mascarillas, el acondicionador no puede faltar en tus rutinas de lavado. Es indiscutiblemente el gran socio que deberás tener a la mano para mantener el cabello rojo en perfecto estado.
Además de ayudarte a sellar las cutículas, incrementará la capacidad de las fibras capilares para retener los nutrientes. Incluirlo en todo momento le dará un aspecto más suave y sedoso a la vista y al tacto.