La caída del cabello es un problema que preocupa tanto a hombres como a mujeres. Nadie quiere ver como su melena pierde volumen y brillo de la noche a la mañana. Por factores hereditarios y hormonales, el género masculino es más propenso a padecer de alopecia. Sin embargo, ciertas enfermedades de base y deficiencias nutricionales también pueden hacer que las mujeres experimenten una pérdida de densidad capilar. Por ello, existe una relación directa entre la falta de vitamina D y la caída del pelo.
Además de cumplir con una función fundamental para preservar la salud ósea y de combatir las bacterias y los virus que atacan el sistema inmunitario. La vitamina D juega un papel indispensable dentro del ciclo de crecimiento del cabello y estimula la nutrición de los folículos pilosos. De igual forma, gracias a sus propiedades antioxidantes y antinflamatorias regula la producción de sebo y ayuda a mantener en mejor estado el cuero cabelludo.
Así que si quieres saber que tan grave puede ser una deficiencia de este nutriente y cómo elevar sus niveles en el organismo. Quédate con nosotros y descubre cuáles son las principales fuentes de vitamina D a las que debes recurrir.
También te puede interesar: Las mejores vitaminas para el pelo
Falta de vitamina D y caída del pelo, ¿cómo se relacionan?
La vitamina D es la única vitamina capaz de sintetizar los rayos del sol que recibe nuestra piel. Por ello, la exposición solar moderada es la principal vía que nos permite obtener este nutriente de naturaleza liposoluble. Una sustancia esencial para el funcionamiento de diversos procesos biológicos del organismo, entre los que destacan la actividad de las células cerebrales y la función muscular. Pero además es crucial para la salud capilar.
Sin importar la textura, el color o la longitud del cabello. La vitamina D aumenta la circulación de la sangre que llega al cuero cabelludo y con ello mejora la estructura de los folículos pilosos. Lo que da como resultado una melena más sana y vigorosa. Por tanto, un déficit de este nutriente comprometerá el nacimiento de las nuevas fibras capilares y hará que el resto del pelo se torne más débil, delgado y quebradizo. Y es justamente allí, cuando se evidencia una indiscutible relación entre la falta de vitamina D y la caída del pelo.
Además, ante la escasez de este componente el cuero cabelludo se vuelve más propenso a contraer hongos y bacterias que terminan acelerando la fase telógena. De hecho, en personas con predisposición genética a la calvicie, una deficiencia de vitamina D podría ser fatal. Debido a que agravaría el problema de raíz que de por sí enfrenta el individuo.
Prolongar la fase anágena en el ciclo de crecimiento del cabello, es una de las principales funciones de este nutriente. Pero si sus niveles son muy bajos en la sangre, no habrán fibras capilares que reemplacen los cabellos que se han desprendido y será más difícil que vuelvan a nacer.
¿Qué causa la deficiencia de vitamina D?
Una carencia de vitamina D se puede registrar por múltiples razones. La causa más habitual es la falta de exposición solar, pero regímenes alimenticios muy estrictos o dietas en las que se suspende el consumo total de productos de origen animal. También suelen contribuir con el hecho de que los niveles de dicho nutriente caigan por debajo de lo normal.
Aunado a ello, trastornos renales y hepáticos o enfermedades raras como el raquitismo hipofosfatémico. Así como ciertos problemas de absorción provocados por patologías como la enfermedad celiaca. Son parte de las variables que ocasionan una deficiencia de vitamina D en el organismo.
Pero, además, los efectos secundarios de medicamentos como antihipertensivos, antirretrovirales, glucocorticoides y antiepilépticos. Obstruyen el metabolismo de este compuesto. Mientras que las mujeres embarazadas, las personas con obesidad, los adultos mayores y las personas de piel oscura. Completan el cuadro de la población con un mayor riesgo a experimentar este tipo de déficit.
En el caso de los adultos mayores, la prevalencia a esta carencia está asociada al proceso de envejecimiento natural. Debido a que su piel ya no tiene la misma capacidad de producir grandes cantidades de vitamina D mientras toma el sol. Una situación muy distinta a la que enfrenten los individuos de piel oscura, que tienen menos posibilidades de sintetizar dicho nutriente debido a que la melanina de su piel compite con los rayos solares.
Síntomas que advierten falta de vitamina D
La falta de vitamina D y la caída del pelo, es prácticamente una relación causa y efecto. Sin embargo, existen otros indicios ante los cuales debes estar alerta para atender de forma oportuna una deficiencia de esta vitamina. A parte de cumplir una función crucial en el proceso de crecimiento capilar. Este nutriente es indispensable para la absorción del calcio en los huesos y al mismo tiempo tiene una función neuroprotectora.
Por tanto, sus bajas concentraciones en la sangre también se verán reflejadas en la operatividad de estos sistemas. Así que algunos síntomas que podrían advertir una irregularidad al respecto son los siguientes:
- Pérdida de cabello
- Fatiga
- Insomnio
- Gripes y resfriados muy frecuentes
- Dolores musculares, dolor de espalda y calambres
- Dolor de cabeza
- Osteoporosis
- Depresión
- Lenta cicatrización de heridas
¿Cómo reforzar la nutrición del cabello con vitamina D?
Si presentas alguno de los síntomas que hemos referido en el ítem anterior y quieres que la falta de vitamina D y la caída del pelo, queden en el pasado. Algunas de las medidas contundentes que puedes empezar a tomar, residen en tus hábitos alimenticios y en tu rutina de trabajo. Sobre todo, si estas la mayor parte del día sentado frente a un computador o ejerces funciones varias dentro de una oficina de lunes a viernes.
De igual forma, si eres un adulto mayor o tienes más de 50 años. Considerar la toma de algún suplemento que contengan vitamina D, tampoco estará demás para elevar los niveles de dicho nutriente a un mínimo de 50 nanogramos por mililitro. Si no sufres de ninguna patología que comprometa la absorción de esta vitamina, remediar un déficit será más sencillo.
Por tanto, te presentamos algunas de las prácticas y acciones más recomendables que te ayudarás a prevenir o revertir este problema:
Toma al menos 15 minutos de sol al día
No siempre es fácil sacar un tiempo entre las responsabilidades del trabajo y el hogar. Pero por el bienestar de tu cuerpo y de tu salud capilar. Procura tomar sol de manera consciente al menos 15 minutos al día. El sol la principal fuente de vitamina D para el organismo. Así que prescindir de él por pasar todo el día metido en la oficina, te privará de sus notables beneficios.
El cuerpo humano genera vitamina D de forma natural y esto lo logra solo mediante una reacción química después de estar expuesto al menos unos minutos a la luz solar.
Aumenta el consumo de pescados grasos
Si bien el porcentaje de vitamina D que se obtiene de los alimentos es muy pequeño. Nunca está demás proporcionarle a nuestro organismo genuinas fuentes de aminoácidos y nutrientes naturales. El salmón, la trucha, el atún, el bacalao y los aceites de hígado de pescado. Son joyas en la dieta de cualquier persona cuando se busca contrarrestar la falta de vitamina D y la caída del pelo.
Otras alternativas, igualmente favorables, para aumentar las dosis de dicho nutriente. Se consiguen en abundancia con el consumo de mariscos, huevos, lácteos, hígado de res y en algunos frutos ricos en antioxidantes y en vitamina E como el aguacate.