Someterse a un injerto capilar es de los mayores deseos de quienes padecen alopecia. Aunque los resultados de la cirugía de trasplante de cabello son excelentes y duraderos, el proceso de recuperación puede ser difícil. Los primeros días tienden a ser los más complejos, principalmente por el aspecto que tiene el cuero cabelludo en las semanas iniciales. El surgimiento de costras tras el injerto capilar, es de las muchas preocupaciones que manifiestan los pacientes.
En las consultas post operatorias es normal que los médicos reciban una lluvia de preguntas sobre este tema. Los pacientes se desesperan por saber cuándo se caen las costras de injerto capilar, si se eliminarán por si solas o deberán quitarlas de alguna forma. Las costras después de un trasplante capilar son fundamentales en el proceso de sanación del cuero cabelludo. Por eso, la importancia de conocer todo sobre ellas y sus cuidados.
¿Por qué se forman costras tras el injerto capilar?
Las costras que aparecen luego de someterse a este tratamiento, responden a una necesidad de la piel por sanarse rápidamente. Ante una herida, el cuerpo buscará recuperarse y evitar la pérdida de sangre. Teniendo en cuenta que la extracción y colocación de unidades foliculares se realiza a través de micropunciones, es normal que cada una de ellas produzca un líquido que poco a poco comenzará a endurecerse. Es entonces cuando se forman las costras.
Luego de haber recibido estas punciones en la cabeza, los capilares comenzarán a producir líquido en las zonas cercanas a la herida. Es esta la razón de que aparezcan edemas y durezas sobre el área tratada. Además la cabeza puede notarse hinchada, enrojecida y con comezón. Poco a poco se segrega la sustancia que comenzará a mezclarse con los restos de piel y suciedad del ambiente. Llegando a secarse hasta formar las costras después de un injerto capilar.
Junto con el líquido expulsado por los capilares, pueden venir pequeños puntos de sangre que al secarse, se adhieren a la unidad folicular y proporcionan a las costras un color rojo oscuro o marrón. Su aparición es completamente normal, pero conviene poner atención al tiempo que se mantienen en la cabeza, cuidándolas de la forma en la que el cirujano lo recomienda.
¿Cuál es la duración de las costras del injerto capilar?
Su aparición se da de dos a tres días posterior a la cirugía. La duración de las mismas tiende a superar los 8 días. Al principio se notarán muy adheridas a la cabeza y luego de 10 días es posible que comiencen a perderse.
Es importante seguir a cabalidad las recomendaciones dadas por el experto. De esta forma, las costras empiezan a caer poco a poco de manera natural. Para evitar que se produzca una infección del cuero cabelludo, es necesario mantener una higiene adecuada. Olvidando los malos hábitos de limpieza y tratando la zona con la mayor asepsia.
Consejos para eliminar las costras tras el injerto capilar
No tocarlas
En los primeros 3 días, las unidades foliculares injertadas se encuentran muy delicadas, pudiendo desprenderse ante un contacto inexperto. Por esta razón se recomienda alejar las manos de la cabeza en estos días. Evitando rozar, tocar, rascar o golpear el cuero cabelludo.
Evita el sobreesfuerzo
Es necesario descansar lo suficiente y evitar levantar objetos pesados o realizar actividades de alto impacto. Del mismo modo, conviene alejarse del contacto directo con el sol. Lo que podría provocar resequedad o manchas en el cuero cabelludo.
Usar almohadas de viaje
Las almohadas convencionales requieren un contacto directo con la cabeza. Mientras que las almohadas de viaje se colocan en el cuello y evitan la fricción con la zona tratada. De esta manera se protegen tanto el área donante como la receptora de tropiezos y rozaduras. Esta es la forma de evitar que las unidades foliculares se desprendan.
No usar gorros prolongadamente
Es normal que se sienta rechazo por el aspecto que adquiere la cabeza luego de la operación. Esto lleva a la necesidad de cubrir el cuero cabelludo, y los gorros y sombreros son la alternativa más utilizada. Pero estos no deben llevarse durante demasiado tiempo, ni ser excesivamente ajustados, para evitar el roce directo con los injertos.
Hidratar la zona
El profesional a cargo de la cirugía indicará algunos productos para la hidratación del cuero cabelludo. Estos pueden ser sueros, aguas termales, glaciares, entre otros. El objetivo es evitar la resequedad de la zona para ayudar a reblandecer las costras.
Mantener una correcta higiene y peinado
Seguir una rutina de limpieza y peinado adecuada durante la recuperación, brindará una mayor comodidad y será un método de prevención a las infecciones. Ayudando además a que las costras se eliminen más rápido y de forma segura.
Aunque el primer lavado de la cabeza debe realizarse en la clínica, luego de unos días, alrededor del cuarto o quinto, podrá ser aseada por el mismo paciente. Al hacerlo, conviene dar ligeros toques al cuero cabelludo, sin frotar o friccionar el área en la que se han colocado los injertos. Es importante tener especial cuidado al momento de lavar la cabeza, procurando seguir los siguientes pasos:
- Evitar aplicar el champú en el cuero cabelludo directamente. Es mejor colocarlo en las manos para crear espuma y llevarla a la cabeza con suaves masajes.
- Al momento de retirar el champú, no debemos exponernos a chorros de agua potentes. Lo mejor será utilizar algún elemento que permita verter el agua con suavidad, utilizando agua templada.
- Secar la cabeza será otro reto. Es necesario utilizar paños de suave textura, proporcionando toques ligeros a la cabeza sin llegar a frotar.
- No es recomendable utilizar productos fijadores o destinados a moldear el cabello. Con su es posible provocar una obstrucción de los poros que retrase los resultados de la cirugía.
Con estos lavados constantes, las costras comenzarán a suavizarse y desprenderse poco a poco. También es posible que, debido a la manipulación del cuero cabelludo, algunos tallos capilares se pierdan. Sin embargo, esto no debe ser un motivo de preocupación, pues cada folículo puede producir desde 3 hasta 4 hebras de cabello.
¿Qué sucede al no limpiar las costras tras el injerto capilar?
La limpieza del cuero cabelludo es de suma importancia para una excelente recuperación de la cirugía. Cuando no se asea adecuadamente la zona, se puede producir una excesiva acumulación de piel muerta, suciedad y líquidos que obstruirán los poros. Cuando estos no consiguen respirar, es común desarrollar infecciones, llegando a niveles graves que complicarán la salud de la cabeza.