En España, la mitad de los hombres es diagnosticado con alopecia masculina llegados los 50 años. Un porcentaje que aumenta progresivamente, tal y apuntan distintos estudios recientes. Que cifran en alrededor del 60% el total afectados por este problema a los 60. En algo más de un 70% a los 70 y en un 80% en los 80 años. Existen distintos tipos de alopecia masculina, que pueden ser causantes de la pérdida de cabello indiscriminada.
No obstante, es en la adolescencia cuando muchas personas empiezan a sufrir en sus carnes las consecuencias de un mal que comienza a hacerse visible a través de una pérdida de densidad capilar. Que más adelante se transforman en una caída progresiva e indiscriminada de folículos capilares. Que finalmente desemboca en la aparición de las primeras calvas.
Calvas que, de no tratarse, pueden llegar a ocular la totalidad de la superficie del cuero cabelludo. Por lo que es esencial ponerse en manos de un especialista en salud capilar a la más mínima alerta. Para que revele una caída anormal de pelo en nuestro día a día.
Dicho esto, vamos a ver cuáles son los tipos de alopecia masculina más comunes entre los hombres de todas las edades. Y es que actualmente la comunidad médica tiene clasificados alrededor de un centenar de alopecias diferentes a las que todos estamos expuestos.
Tipos de alopecia masculina
Estos son los distintos tipos de alopecia masculina.
Alopecia androgénica
Es la más habitual entre los hombres. Representando la gran mayoría de casos que acuden diariamente a las clínicas especializadas en salud capilar. Especialmente extendida entre los hombres, suele desarrollarse a partir de los 30 años. Momento en el que quienes la sufren comienzan a apreciar cómo su cabello crece cada vez más débil y en menor cantidad. Para finalmente empezar a caer sin que se regenere.
Normalmente comienza a desarrollarse en la zona de la coronilla y las entradas. Para más tarde extenderse a otras zonas del cuero cabelludo.
Alopecia difusa
Este tipo de alopecia se empieza a desarrollar en cualquier parte del cuero cabelludo. Desde donde se extiende hasta, si no se le pone remedio antes, ocupar la totalidad de la cabellera.
Poco a poco el pelo va haciéndose cada vez más débil y creciendo más lento. Hasta que deja de crecer allá donde irrumpe la alopecia.
Alopecia areata
Este tipo de alopecia es el segundo más común entre los varones. Es además, la que se muestra más precoz. Siendo habitual que algunos adolescentes o jóvenes en la veintena acudan a las clínicas tras apreciar una pérdida capilar en algunas zonas concretas.
Si bien en muchos casos irrumpe como consecuencia de una herencia, en otros aparece a raíz del estrés o la ansiedad. Cuando esto sucede, basta con ir a la raíz del problema y solucionarlo para repoblar la zona afectada.
Alopecia cicatricial
Este tipo de alopecia irrumpe como consecuencia de una enfermedad, un tratamiento o una herida. Lo que ocurre en estos casos es que esa cicatriz que deja ese mal lesiona los folículos y las zonas de crecimiento de estos en el cuero cabelludo.
Alopecia fibrosante
Este tipo de alopecia es más habitual en mujeres que en hombres, si bien también se puede dar en algunos varones. La causa de esta alopecia es la alteración hormonal y la forma en la que se presenta, la pérdida gradual de cabellos, en su mayoría erradicados en la zona frontal.
Es la alopecia que avanza más lentamente requiriendo del uso de tratamientos fortalecedores para atajarla. Cuando esto no es suficiente, como sucede con el resto de las alopecias, la mejor solución es apostar por el trasplante de pelo.
Además de estas alopecias, cabe destacar que algunas calvicies aparecen de la mano de traumas o enfermedades raras por lo que, una vez más, insistimos en la necesidad de ponerse en manos de profesionales médicos en cuanto veamos que en la almohada, al peinarnos o en la ducha el número de cabellos que se desprenden de nuestro cuero cabelludo es muy superior al habitual. Es decir, a esos 100-150 folículos que perdemos y se regeneran diariamente.
Cómo acabar con la alopecia masculina
Independientemente de la alopecia que te sea diagnosticada, es importante que sepas que tu problema tiene solución. Esta, claro está, dependerá ya no solo del tipo de alopecia que sufras, sino del grado de desarrollo de esta y de la velocidad a la que empieces a ponerle freno a través de los tratamientos, las intervenciones y los cuidados que te serán indicados en el centro médico al que acudas en busca de ayuda.
Y es que, si bien existen personas que cambiando su medicación, modificando su dieta, disminuyendo sus niveles de estrés o ansiedad o echando mano de algunos remedios caseros logran mejorar notablemente su imagen, lo cierto es que la gran mayoría necesitan someterse a un tratamiento de regeneración o a una operación de trasplante de pelo para recuperar su imagen previa a la alopecia.
En este sentido cabe destacar la gran ayuda de tratamientos como los que se apoyan en las células madre para conseguir regenerar folículos capilares, fortalecer cabellos y provocar el nacimiento de unidades foliculares que habían dejado de hacerlo a través del enriquecimiento de plasma sanguíneo. Un tratamiento, este en el que se oxigena la sangre del propio paciente para favorecer la circulación primero y la alimentación de los folículos después, que combinado con el injerto capilar ofrece soluciones de por vida.
Solución definitiva
Porque si hay una solución rápida y definitiva por excelencia esa es el trasplante de pelo a través del injerto capilar de unidades foliculares procedentes de una zona donante a una zona receptora donde había dejado de crecer el pelo en busca de repoblar el cuero cabelludo. Algo que es posible lograr en una sola sesión y con resultados de por vida gracias al desarrollo como la técnica FUE que llevan a cabo en los mejores centros de salud capilar.
Como ves, más allá de tu alopecia y lo desarrollada que está dejar de ser calvo es posible y solo hace falta acudir a un centro hospitalario especializado en este tipo de intervenciones para acabar con ella de una vez por todas.